recetas "Recetas de Risotto clásico"
La experimentación y la imaginación para arroz y risotto que estimulan su curiosidad y su savoir faire la estufa.
Risotto con tinta de calamar
Que necesita
- [ ] 160 g de Riso Gallo Carnaroli
- [ ] 12 langostinos tigre sin pelar
- [ ] ½ chalota finamente picada
- [ ] 1 diente de ajo finamente picado
- [ ] ½ rama de apio finamente picado
- [ ] 75 g de mantequilla salada
- [ ] 25 g de parmesano rallado
- [ ] 1 l de caldo de pollo
- [ ] 1 limón
- [ ] 1 puñado de eneldo
- [ ] 80 ml de vino blanco seco
- [ ] 1 cda. de aceite de oliva
- [ ] 1 cdta. de tinta de calamar
- [ ] Sal y pimienta al gusto
Propuesto por:
Como prepararlo:
Empieza por preparar los langostinos, pelándolos y limpiándolos. Reserva por un lado todas las cáscaras y cabezas en un recipiente, y por otro los langostinos. Calienta un cazo de fondo grueso y añade las cáscaras y cabezas de los langostinos. Cocina hasta que se caramelicen y comiencen a dorarse. Una vez doradas, utiliza unos 10 ml de vino blanco para desglasar y dejar que el alcohol se evapore. Añade el caldo de pollo, remueve y deja que se caliente todo bien antes de pasarlo a un recipiente para batidora. Bate la mezcla unos minutos, pásala por un colador fino y viértela en un cazo grande. Ahora tendrás un caldo maravillosamente aromático: las cáscaras y cabezas de los langostinos están repletas de sabor para tu risotto. Mantén el caldo a fuego medio bajo para que se mantenga caliente.
Ahora que tienes el caldo, empieza a preparar el risotto. Echa 10 g de mantequilla en una cazuela de fondo grueso y añade las verduras picadas. Cocínalas a fuego lento durante unos 8 minutos, hasta que estén suaves y casi transparentes.
Añade el arroz para risotto y tuesta los granos unos minutos hasta que estén translúcidos. Luego añade el resto del vino y reduce hasta que el alcohol se haya evaporado por completo. A continuación, añade el caldo, cucharón a cucharón, sin dejar de remover hasta alcanzar la consistencia deseada, lo cual debería tardar entre 16 y 18 minutos. Cuando tenga la consistencia que deseas, añade una cucharadita de tinta de calamar y mezcla bien con el risotto.
Calienta un poco de aceite o mantequilla en una sartén y saltea rápidamente los langostinos limpios y sin cáscara hasta que cambien de color. Retira el risotto del fuego y añade el parmesano, el eneldo picado, un chorrito de limón y la mantequilla restante. El calor residual de la cazuela derretirá el queso y la mantequilla, logrando una consistencia increíblemente cremosa, mientras que el limón y el eneldo equilibrarán esa cremosidad dándole un agradable toque fresco.
Comprueba el punto de sal y coloca los langostinos sobre el risotto antes de servir. ¡Listo para disfrutar!